jueves, 1 de octubre de 2009

Llorar

La lectura de un cuento en Librosfera me ha hecho pensar sobre el hecho de llorar. Vaya por delante que soy una llorona. Llorar purifica, desestresa, es terapéutico, ayuda a relativizar. Llorar de risa, llorar de pena, llorar viendo una película, leyendo un libro, por estar nerviosa, por estar feliz, por estar triste, por empatía. Pensaréis que lloro por todo, por todo no, siempre no, pero bastante, y no me avergüenzo, me hace bien, es mi válvula de escape junto a la conversación. Sólo una pega: luego se te quedan unos ojos de pez que no hay manera de disimularlos.

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