sábado, 12 de noviembre de 2016

Un mal nombre


Un mal nombre
Elena Ferrante
560 páginas
Traducción de Celia Filipetto Isicato

Sigue la historia en el punto que se quedó la primera, con la boda de una de las dos amigas. La novela comprende desde la adolescencia hasta la primera juventud de las dos amigas. Lenu sigue envidiando a Lila y dependiendo de ella, y Lila sigue siguiendo sus instintos y aislándose de una realidad que la castiga. Lenus sigue estudiando, cosa extraña proveniendo de un entorno tan pobre, y Lila juega con los que la rodean y se entrega a un amor sin futuro que solo empeorará, si es posible, su matrimonio.

A mí personalmente me cuesta tener simpatía hacia Lila, con sus circunstancias, me parece un ser egoísta y que no ve más allá de si misma. Lenu sigue con su péndulo de intereses hacia la reafirmación de su personalidad o hacia su dependencia de agradar a los demás. 

Pese a que los capítulos dedicados a las vacaciones en Ischia me parecen algo repetitivos, a medida que avanza la trama se hace difícil dejar de leer por el interés en saber cómo acabarán las dos amigas y si en algún momento lograrán algo de felicidad.
Este texto es una creación de Devoradora de libros y no está permitida su copia.

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